Numerosas
experiencias áulicas confirman que se favorece una alfabetización de calidad si
se garantiza un contexto en el cual
los niños y las niñas puedan desarrollar sus estrategias como lectores y
productores de textos escritos, y convertirse en usuarios reales de la lengua
escrita. Llamamos ambiente alfabetizador
a ese contexto organizado expresamente para estimular efectivamente la
necesidad de leer y de escribir.
Es importante aclarar
que cuando pensamos en el ambiente alfabetizador no nos remitimos solamente al
conjunto de materiales escritos dispuestos en el aula, sino que incluimos como
parte inseparable de estos materiales a las actividades/situaciones de lectura
y escritura planificadas por el docente, en el seno de las cuales estos
materiales cobran sentido. Pensamos en un
espacio atravesado por una actividad humana diseñada intencionalmente con el
propósito de alfabetizar.
Tomamos una
definición de Emilia Ferreiro:
“… hay una
serie de actividades cuyo objetivo es crear en el salón de clases algo que, a
falta de un término más feliz, llamaría “ambiente alfabetizador”. Se trata de
una serie de actividades cuya función es proveer en el contexto escolar
información sobre los usos sociales de la lengua escrita y posibilidades de
exploración de textos y producción de escrituras […] es importante señalar que
no basta con un ambiente alfabetizador para que una persona se alfabetice,
porque si fuera así no habría analfabetos en las ciudades. Además del ambiente
alfabetizador debe haber alguna intervención específica, ya que no basta con
estar en contacto con el objeto para garantizar la alfabetización. Debe haber
una intervención que apunte, no ya a las funciones sociales de la lengua
escrita, sino a la estructura de ese objeto.”
Abecedario confeccionado por la Prof. Analía y sus alumnos de 1° de la EGB N° 52 de P. Truncado-2011 |
Un ambiente alfabetizador presupone, entonces,
una serie de materiales escritos auténticos a disposición de los alumnos, unas
actividades pensadas para que deban recurrir a él, y unas intervenciones
docentes diseñadas a tales fines. Queremos acentuar la diferencia entre esta
concepción de ambiente alfabetizador y la mera decoración, muy frecuente en las
aulas de los primeros años, que realizan los docentes en ausencia de los niños,
con muy buena voluntad y cariño, pero que no es aprovechable en términos didácticos,
es decir, no incentiva la necesidad de leer y escribir en los alumnos.
Los
materiales que favorecen el constante intercambio y reflexión con el sistema
de escritura y el lenguaje escrito pueden ser:
de escritura y el lenguaje escrito pueden ser:
Carteles con
el propio nombre
Abecedario
Rótulos
Almanaques
Horario
semanal
Carteles con
los días de la semana y los meses del año
Biblioteca
áulica
Abecedario del Prof. Reinaldo y sus alumnos de 1° de la EGB N° 72 de P. Moreno-2012 |
Calendario, también de 1° del Prof. Reinaldo |
Alumnos de 2° de la EGB N° 36 de C. Olivia armando el inventario de su biblioteca-2011 |