Para pensar en la importancia de las bibliotecas de aula y el ambiente alfabetizador.
Nadar sin agua
(Ricardo Mariño)
La primera vez que fui convocado para abordar el tema de la lectura de
ficción en relación con la alfabetización y la adquisición y práctica de la
lectura, se me ocurrió un símil que me sigue pareciendo eficaz y que compara el
aprendizaje de la lectura con el de la natación. La idea es que no sería del
todo descabellado un método de enseñanza de la natación prescindiendo del agua.
En sesiones diarias de dos o tres horas se acuesta al alumno sobre un banco y
mediante repeticiones se le hacen mecanizar los movimientos de las brazadas,
los giros de la cabeza para respirar y el movimiento de las piernas, en tandas
prolongadas con los intervalos imprescindibles de descanso. Sosteniendo esta
actividad por un par de años se puede conseguir que el alumno automatice los
movimientos típicos del estilo mariposa, espalda y crol. Colgándolo
adecuadamente con un arnés de manera que su cuerpo quede vertical, puede
ensayar largas horas las aperturas de las piernas y las brazadas adecuadas para
flotar. (…)